sábado, 21 de noviembre de 2009

La araña y la mosca

Por Diego Alexander Acosta Vargas. 701.
Un día, una inofensiva mosca volaba por un jardín de frutos muy escasos y poco saludables. En ese momento, la mosca cayó en una telaraña repleta de moscos muertos y otros delirantes. Poco a poco y a paso lento se acercaba una araña con dolor de barriga y la mosca le dijo:
−Déjame ir, soy poco sabrosa, ¡déjame, déjame!
Y la araña le replicó:
−Ya vete, estoy demasiado gorda, llena y me duele la barriga. ¡Vete! –siguió diciendo.
La mosca feliz y contenta se marchó diciendo:
−¡Muchas gracias muchas gracias! Algún día te devolveré este favor.
−¡Muchas gracias! –decía mientras se marchaba volando.
En ese momento, una fuerte ventisca se llevó a la araña volando directamente a un charco y dijo:
−Hey! mosca. Es el momento de que me devuelvas el favor.
Y la mosca dijo:
--Cada quien con su problema. Mira a ver qué haces.
En ese momento pasó otra ventisca llevándose al insecto y los dos murieron ahogados.
No prometamos lo que no nos conviene y que al final no cumpliremos. Hay que hacer las cosas de corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario