Por Sonia Sua. Madre de Familia Grado 201 Sede C J.M
Este fue un proyecto desarrollado por los niños y niñas del grado segundo durante el segundo periodo. Me pareció muy interesante porque nuestros hijos han aprendido a valorar aspectos desconocidos de nuestra ciudad y nosotros como padres, conocimos y actualizamos hechos históricos.
El proyecto comenzó respondiendo a la pregunta ¿Cómo era Bogotá antes?. Para mí y para mi hijo, fue una sorpresa saber que antes, la sabana era un lago enorme que luego comenzó a sedimentarse hasta dejar pequeños laguitos y que, en algún momento cuando la leyenda y la historia se confunden, Bochica separó dos montañas y liberó las aguas formándose el Salto del Tequendama.
Un aspecto para resaltar fue la excelente organización de los indígenas que habitaban nuestra ciudad; además, una serie de acontecimientos que se encuentran en la investigación histórica, dignas de resaltar y admirar.
El desarrollo del proyecto fue bien interesante, ya que desde el inicio vi el interés de los niños por aprender y saber más sobre nuestra ciudad, su crecimiento y desarrollo. También se observó el interés por promover el cuidado y respeto por el medio ambiente, la limpieza y la cultura de los habitantes.
Dentro del proyecto, nuestros hijos conocieron algunos sitios históricos como los museos, los cuales muestran muchos aspectos, que al visitarlos reviven toda la historia que hemos leído o nos la han contado nuestros abuelos, padres y maestros, quienes también se involucran al momento de responder ¿Qué era nuestra Bogotá antes de los indígenas? Pregunta que me hizo mi hijo cuando inició el proyecto.
También vieron lo importante que es saber orientarse en nuestra ciudad: dónde viven, quiénes son nuestros vecinos y qué encontramos a nuestro alrededor rutinario. Esto permite que podamos ubicarnos y trasladarnos de un lugar a otro, para que nuestros hijos puedan conocer mejor la ciudad. Aprender sobre los humedales y los cerros orientales fue muy importante a la hora de explicar este tema, mostrándoles como viven los animales, qué comen y cómo se han adaptado a su hábitat.
Finalmente, el conocimiento de lo símbolos de la ciudad hace que los niños se apropien, respeten y se sientan orgullosos de pertenecer a una ciudad tan importante como la nuestra. Lo que sigue es incentivar a nuestros hijos hacia el el interés por conocer más y mejor a Bogotá, teniendo en cuenta que este proyecto es apenas un abrebocas para estimular la curiosidad generada con el desarrollo del mismo.
Como madre de familia, agradezco el apoyo, las enseñanzas y las orientaciones de las profesoras y profesores del colegio para con nuestros hijos, ya que gracias al proyecto “Bogotá hace parte de mi entorno”, en nuestros hogares se han unido esfuerzos para mostrarles y compartir con ellos los sitios importantes de la ciudad, para que valoren y cuiden el espacio que ocupan, como un pequeño grano de arena que aporta a la buena convivencia en nuestra ciudad.
Este fue un proyecto desarrollado por los niños y niñas del grado segundo durante el segundo periodo. Me pareció muy interesante porque nuestros hijos han aprendido a valorar aspectos desconocidos de nuestra ciudad y nosotros como padres, conocimos y actualizamos hechos históricos.
El proyecto comenzó respondiendo a la pregunta ¿Cómo era Bogotá antes?. Para mí y para mi hijo, fue una sorpresa saber que antes, la sabana era un lago enorme que luego comenzó a sedimentarse hasta dejar pequeños laguitos y que, en algún momento cuando la leyenda y la historia se confunden, Bochica separó dos montañas y liberó las aguas formándose el Salto del Tequendama.
Un aspecto para resaltar fue la excelente organización de los indígenas que habitaban nuestra ciudad; además, una serie de acontecimientos que se encuentran en la investigación histórica, dignas de resaltar y admirar.
El desarrollo del proyecto fue bien interesante, ya que desde el inicio vi el interés de los niños por aprender y saber más sobre nuestra ciudad, su crecimiento y desarrollo. También se observó el interés por promover el cuidado y respeto por el medio ambiente, la limpieza y la cultura de los habitantes.
Dentro del proyecto, nuestros hijos conocieron algunos sitios históricos como los museos, los cuales muestran muchos aspectos, que al visitarlos reviven toda la historia que hemos leído o nos la han contado nuestros abuelos, padres y maestros, quienes también se involucran al momento de responder ¿Qué era nuestra Bogotá antes de los indígenas? Pregunta que me hizo mi hijo cuando inició el proyecto.
También vieron lo importante que es saber orientarse en nuestra ciudad: dónde viven, quiénes son nuestros vecinos y qué encontramos a nuestro alrededor rutinario. Esto permite que podamos ubicarnos y trasladarnos de un lugar a otro, para que nuestros hijos puedan conocer mejor la ciudad. Aprender sobre los humedales y los cerros orientales fue muy importante a la hora de explicar este tema, mostrándoles como viven los animales, qué comen y cómo se han adaptado a su hábitat.
Finalmente, el conocimiento de lo símbolos de la ciudad hace que los niños se apropien, respeten y se sientan orgullosos de pertenecer a una ciudad tan importante como la nuestra. Lo que sigue es incentivar a nuestros hijos hacia el el interés por conocer más y mejor a Bogotá, teniendo en cuenta que este proyecto es apenas un abrebocas para estimular la curiosidad generada con el desarrollo del mismo.
Como madre de familia, agradezco el apoyo, las enseñanzas y las orientaciones de las profesoras y profesores del colegio para con nuestros hijos, ya que gracias al proyecto “Bogotá hace parte de mi entorno”, en nuestros hogares se han unido esfuerzos para mostrarles y compartir con ellos los sitios importantes de la ciudad, para que valoren y cuiden el espacio que ocupan, como un pequeño grano de arena que aporta a la buena convivencia en nuestra ciudad.
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